La detención de un presunto yihadista en la estación de autobuses de Madrid de Méndez Álvaro ha avivado los temores de que la estación de Murcia pueda ser un lugar de tránsito de terroristas y delincuentes. Ante estos acontecimientos de inseguridad a nivel nacional, los vecinos y trabajadores de la estación de autobuses de Murcia expresan su creciente preocupación por la posibilidad de que ocurran allí incidentes similares.

Solidaridad llevó a cabo hace unos días una visita a los vigilantes de seguridad de la estación, quienes han denunciado la inseguridad constante y las agresiones a las que se enfrentan en el ejercicio de sus funciones, en su mayoría por inmigrantes de origen árabe. Algo que no solo ponen en riesgo la seguridad de los trabajadores, sino también la de los pasajeros y viandantes.

El responsable de la sección sindical reclama “más medios materiales para poder realizar su trabajo y velar por la seguridad de los trabajadores y los viajeros de la estación” ya que la situación de peligrosidad y penosidad ha llegado a niveles muy graves y “cualquier día va a pasar una desgracia”.

A los escasos efectivos de vigilantes de seguridad privada se suma tanto la ausencia de efectivos de la Policía Nacional, cuya responsabilidad recae en el Ministerio del Interior, como la escasez de agentes de la Policía Local, responsabilidad del Ayuntamiento de Murcia, que contribuyen al desamparo y la vulnerabilidad en la estación de autobuses.

Es fundamental que las autoridades competentes tomen medidas inmediatas para abordar la inseguridad y garantizar la protección de todos los ciudadanos que utilizan la estación de autobuses de Murcia. Los vigilantes se encuentran desamparados y abandonados “llamamos a la Policía Nacional y nos dicen que llamemos a la Policía Local porque ellos no tienen efectivos”.

El sindicato Solidaridad, según relata Rodrigo Alonso, “hemos exigido al Ministerio del Interior, al Gobierno de Murcia y al Ayuntamiento de Murcia, que realicen acciones concretas para reforzar la seguridad y evitar las agresiones que sufren diariamente los vigilantes y los trabajadores de la estación”.