Solidaridad quiere mostrar su descontento y repulsa ante la situación a la que se enfrentan ahora más de 500 trabajadores de Alcoa, una más de las cientos de empresas que no son o dejarán de ser competitivas.
A la situación de Alcoa no se ha llegado por incompetencia de los trabajadores, sino por la imposibilidad de competir con otros países donde: los salarios son infinitamente más bajos, siendo ya precarios en España; las tasas medioambientales son inexistentes; y la energía es mucho más barata.
Por el contrario, los trabajadores de España pagan seguros sociales e impuestos, y sus empresas elevadas tasas medioambientales, lo que condena a nuestros trabajadores a igualarse a la baja, porque, de lo contrario, las empresas para las que trabajan deciden irse a producir a otros países.
Para el secretario general de Solidaridad, Rodrigo Alonso, «los diferentes Gobiernos que ha sufrido España han sido incapaces de frenar la sangría de trabajadores que han ido engrosando las listas del paro por la desindustrialización y la deslocalización». «Hoy son 524 trabajadores pero mañana serán miles más si el Gobierno no es capaz de protegerlos», advierte.