El Sindicato Solidaridad quiere mostrar su rechazo ante el avance de la derogación del artículo 315.3 del Código Penal, que tipifica las acciones violentas de los piquetes para obligar a los trabajadores a iniciar o continuar una huelga.
El secretario General de Solidaridad, Rodrigo Alonso, considera que «lo primero que deben respetar los sindicatos es la libertad y entendemos que muchos trabajadores no estén dispuestos a participar en huelgas, que en muchos casos solo atienden a intereses políticos». «Ningún empleador tiene el derecho de prohibir al trabajador hacer una huelga o coaccionarle para hacer una huelga, pero ningún piquete puede obligar a los empleados a hacer huelga». “Cuando los sindicatos han abandonado a los trabajadores es comprensible que luego no quieran ponerse detrás de su pancarta”.
Así, Alonso recuerda que la función del piquete es «informar al trabajador de su derecho a secundar una huelga, pero, en ningún caso forzarle». Y recuerda: «Si un trabajador siente que participar en una huelga, le puede perjudicar laboralmente o es amenazado por su empleador, debe acudir inmediatamente al sindicato».
Alonso, además, añade: “Es curioso que en la situación de abandono y ruina que sufrimos no se haya convocado una sola protesta contra las nefastas decisiones del Gobierno”.