La lucha por los derechos laborales de los conductores de Uber, Cabify y Bolt continúa en un punto muerto mientras las patronales se enrocan en sus posiciones sobre los sueldos. Solidaridad expresa su creciente preocupación por la falta de avances significativos en las negociaciones.
Después de la tercera reunión entre los sindicatos y las patronales que gestionan las licencias de VTC en Madrid, es evidente que las diferencias persisten. La patronal sigue manteniendo una oferta económica que no satisface las necesidades básicas de los conductores. Mientras tanto, Solidaridad insiste en la necesidad de un salario mínimo digno de 18.000 euros, que refleje adecuadamente la profesionalidad y las demandas del sector.
A pesar de las discusiones sobre puntos secundarios del convenio, como las vacaciones y los festivos, Solidaridad reitera que el foco debe estar en asegurar un salario justo y condiciones laborales adecuadas para los conductores. Es imperativo que se reconozca el valor del tiempo de trabajo de cada conductor y se garantice un sueldo mínimo que no dependa exclusivamente de bonos por facturación.
Además, Solidaridad expresa su preocupación por el impacto que la aprobación de nuevas licencias de VTC en Madrid podría tener en el mercado y en los sueldos de los conductores.Solidaridad señala la ausencia de representantes de pequeñas empresas y conductores autónomos en las reuniones, lo que subraya la necesidad de una representación equitativa en las negociaciones.
En última instancia, Solidaridad advierte sobre las posibles repercusiones en el sector del transporte si no se alcanza un acuerdo justo y equitativo. La organización reitera su compromiso de seguir defendiendo los derechos de los trabajadores de las plataformas de VTC y hace un llamado a la patronal para que se comprometa seriamente en encontrar una solución que beneficie a todas las partes involucradas.