Solidaridad denuncia que CCOO y UGT han permitido y ocultado una condición tan importante y perjudicial para los trabajadores de España

El sindicato Solidaridad quiere mostrar su rechazo ante la actitud de CCOO y UGT , quienes han permitido pasar por alto la letra pequeña del Real Decreto-ley 30/2020, de 29 de septiembre, por el que se ampliaban los ERTEs hasta el 31 de enero. Mientras los agentes sociales han celebrado un acuerdo, a todas luces, insuficiente, que no cubre el 100% del salario de los trabajadores, y olvida a los autónomos, han ocultado un dato importante que afectará a los trabajadores en ERTE que sean despedidos o cuyo contrato finalice el 1 de enero de 2022: su contador no estará a cero.

De este modo, los empleados que se encuentren hoy en ERTE y, por cualquier causa, sean despedidos o su contrato finalice después del 1 de enero de 2022, verán reducido su derecho en el tiempo a su prestación por desempleo. Así lo indica el Real Decreto en su punto 7, en el artículo 8, donde queda reflejado: No se computarán en ningún momento como consumidas las prestaciones por desempleo disfrutadas, durante los expedientes referidos en el apartado 1 de este artículo, por aquellas que accedan a un nuevo derecho, antes del 1 de enero de 2022, como consecuencia de la finalización de un contrato de duración determinada o de un despido, individual o colectivo, por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, o un despido por cualquier causa declarado improcedente.

Así, por ejemplo, un trabajador que siga en ERTE hasta el 15 de noviembre de 2020 y que sea despedido el 2 de enero de 2022, perderá la parte correspondiente a un mes y medio de derecho de prestación de paro sobre el total del paro acumulado que tenga.

Solidaridad quiere mostrar su absoluto rechazo a este punto, y al engaño, por parte de los sindicatos y del Gobierno, al haber omitido esta información a los trabajadores de España.

Para el portavoz del sindicato Solidaridad, Rodrigo Alonso, se trata de un nuevo ejemplo de abandono de los trabajadores. «Los sindicatos debían haber dado un golpe en la mesa y haberse negado a firmar esta letra pequeña», explica el portavoz. «No se puede defender y proteger a los trabajadores cuando se es cómplice del Gobierno», advierte el portavoz.