Las agresiones al personal sanitario han aumentado significativamente en Andalucía durante 2022. Han crecido alrededor de un 25% con respecto a 2021, llegando a alrededor de 1500 agresiones anuales. Estas cifras alertan a la formación sindical, que percibe con preocupación la pérdida de derechos y protección efectiva por parte de los trabajadores en el sector sanitario.
El delegado de sanidad alerta: “Hay una gran cantidad de personal sanitario que corre el riesgo de ser agredido únicamente por estar ejerciendo su trabajo, hacen falta medidas efectivas que reviertan el aumento de las coacciones y agresiones”.
Desde Solidaridad se plantea la necesidad de “una mayor inversión por parte de la Junta de Andalucía en nuestros hospitales en materia de seguridad” y que “se deben incrementar las medidas que sancionen económicamente a los agresores en función del daño que puedan causar, no puede salirles gratis.” Del mismo modo, creen imprescindibles medidas que “doten de protección a los trabajadores sanitarios fuera de su ámbito de ocupación, como evitar que las tarjetas identificativas recojan cualquier tipo de información personal.”
En definitiva, plantean una inversión en materia de seguridad junto con un protocolo sanitario en el que se señale el personal que es más susceptible de ser agredido por su labor, o por el número de horas que pasan junto a pacientes.
Para Solidaridad, es imprescindible que “ningún trabajador de España se pueda ver coaccionado o agredido por estar ejerciendo su oficio.” Creen que “el aumento paulatino de agresiones en Andalucía responde a la falta de voluntad por parte de instituciones y del poder político de dotar a nuestros hospitales de medidas y protocolos antiviolencia que ayuden a revertir la situación.”