Hoy martes, 27 de septiembre, el sindicato Solidaridad, con Rodrigo Alonso a la cabeza, se ha concentrado frente a la central nuclear de Santa María de Garoña para exigir no solo su reapertura, “si esto fuera posible”, sino el “aprovechamiento de la infraestructura para instalar nuevos reactores nucleares que doten de energía a la provincia y al conjunto de la nación”.
La central de Santa María de Garoña, cuya producción equivalía al 30% de la demanda eléctrica de Castilla Y León, generaba más de 1600 puestos de trabajo directos e indirectos, y tenía un efecto de casi 200 millones de euros en la actividad económica, paró su actividad en el año 2012, cuando contaba con unos 300 trabajadores. En palabras de Alonso, “los sucesivos gobiernos de la nación y de la junta de Castilla y León son responsables, al plegarse a todas las leyes climáticas impuestas desde el exterior, de dinamitar la soberanía energética de España. Sus decisiones políticas están hoy siendo pagadas por familias que no pueden llegar a fin de mes y por empresas que tienen que cerrar debido a los elevados costes de la energía”.
En medio de la crisis energética que padece España, con los precios de la energía al alza y con todos los partidos políticos entregados a los delirios climáticos, desde Solidaridad consideran más necesario que nunca “la recuperación de la soberanía energética para que España deje de seguir dependiendo energéticamente del exterior”.
Aunque desde el sindicato saben que la regulación de las instalaciones corresponde al gobierno central y que la última palabra sobre la central corresponde a la propiedad, esperan que “una posible reapertura de Garoña marque el camino para revertir las nefastas políticas en materia energética que, derechas e izquierdas, presos de lobbies climáticos, vienen aplicando en España durante las últimas décadas”.
Tampoco han querido olvidarse de Pedro Sánchez y “exigir su dimisión para dejar de seguir comprando energía a Marruecos, Francia, China o Argelia” y “apostar por un gobierno nacional, patriótico, que ponga en el centro de sus políticas el interés de las clases medias y trabajadoras, el interés de las familias y el interés de las empresas”.
No es la primera vez que el sindicato Solidaridad se manifiesta para reclamar que el Estado recupere su soberanía a todos los niveles y, según han manifestado, tampoco será la última. “Aunque la semana pasada prohibieran nuestra manifestación en Valencia, saldremos a la calle todas las veces que sea necesario para exigir que España recupere su soberanía y para defender a las clases medias y trabajadoras de España”.